miércoles, octubre 20, 2010

EN EL JUEGO SE CONOCE A LOS HOMBRES

Desde mi balcón soy estupefacta y asqueada espectadora de todo lo que está ocurriendo.
Hace muchos años, mi abuelita, que en paz descanse, pronunciaba una frase que se me quedó grabada: "En el juego se conoce a los hombres". Sabias palabras, que un acto cometido por el presidente Morales y que dió la vuelta al mundo, trajo a mi memoria. Cuando un hombre o mujer reacciona en forma violenta o airada en un simple juego, demuestra su verdadera personalidad.
El acto de dar un rodillazo en forma vengativa a un jugador que ya había sido sancionado como correspondía, es el claro ejemplo de la forma en que no solo el presidente sino todo el gobierno está actuando contra quienes no comparten su pensamiento o ideología. Y eso es grave, porque estaríamos entrando a una especie de tiranía marcada por resentimientos vengativos, sin importar el bienestar de todos los habitantes, solo de unos cuantos. De seguir así, el país se irá hundiendo mucho más y se dividirá por las peleas internas que están empezando a surgir; momento que será aprovechado por los países limítrofes que siempre han ansiado y codiciado nuestras inmensas riquezas naturales. Al final se producirá lo que muchos querían: la desaparición de Bolivia.

miércoles, junio 09, 2010

JUSTICIA COMUNITARIA

Estuve observando completamente anonadada sobre los hechos que se están suscitando en mi país. Estamos a un paso del caos, donde cada uno de los habitantes especialmente de las áreas rurales, piensa que puede actuar de acuerdo a sus creencias o caprichos. Seguramente que fuera de nuestras fronteras los otros países nos creen salvajes.
La justicia comunitaria, según averiguaciones que hice, es castigar al o los delincuentes de acuerdo a la clase de delito que cometió. Así, por ejemplo, si asesinó a un padre de familia, deberá hacerse cargo de esa familia en su manutención y toda clase de necesidades, de por vida, aparte de purgar la pena que se le imponga. En términos jurídicos sería un resarcimiento civil de por vida, aparte de la sanción penal. Pero últimamente se ha tomado el flagelo y linchamiento como “justicia comunitaria”. Lo grave es que al tener el aval del Gobierno, muchos “lidercillos” están tomando su cargo como licencia para matar, bajo el pretexto de que por ser ayllus o comunidades rurales, no pueden ser sometidos a leyes ajenas a las de su comunidad. En una palabra se creen inmunes. Esta forma de pensar y de actuar se está agravando día a día porque se está volviendo colectiva, es decir que no afecta solo a un grupo, sino que está extendiéndose entre todos los habitantes de las diversas comunidades indígenas. Si el Gobierno no reacciona como debe, estaremos en grandes problemas ya que la impunidad y el terror serán los amos del nuevo Estado Plurinacional, y todos dirán que sus actuaciones están enmarcadas en la famosa “justicia comunitaria”.

domingo, febrero 28, 2010

¿QUE CULPA TENGO YO?

El otro día ví que una señora reñía a su hijo adolescente, seguramente por alguna travesura cometida en el colegio, el muchacho con una cara tremenda de ingenuidad le decía: pero mamá, ¿qué culpa tengo yo? Sonreí ante esta exclamación, pues vinieron a mi memoria muchos recuerdos, ya que todos, quién mas quien menos, en algún momento de nuestra vida nos hicimos la misma pregunta. Pero esta pregunta ahora se hizo muy actual entre todos los pobres habitantes de esta bella ciudad. Veamos porque:
Recorriendo con mi balcón por las calles del centro, ví que éstas estaban repletas de vehiculos que no podían avanzar, porque unos cuantos señores (si unos cuantos) se pusieron a bloquear una avenida principal, protestando contra una autoridad, pero impidiendo el paso a personas que nada tenían que ver con esa autoridad, solo pretendían ir a sus fuentes de trabajo, o talvez al médico, o al colegio, universidad etc etc. Un momento de esos, un pasajero entre angustiado y molesto explamaba: ¿Qué culpa tengo yo para que me impidan llegar a tiempo? Enorme razón la suya, mientras que quienes deberían responder o enfrentar esta situación, seguramente se encontraban transitando felices por otras vías sin sufrir demora alguna.
Me trasladé a un mercado, donde observé que los artículos de primera necesidad, subieron de precio haciendo que resulte imposible llenar la canasta familiar, el motivo era que las lluvias actuales provocaron destrozos en la cosecha y quizás escasearían o tal vez porque habrá poco combustible y los transportistas subirán las tarifas, supuestos que no pasaban de simples rumores, que no ocurrieron todavía pero que resultó ser el detonante para algunos aprovechadores y agiotistas, causando la desazón de las amas de casa quienes sumamente angustiadas ante los reclamos de su familia, solo atinan a decir: ¿Qué culpa tengo yo?
Paseando por los pasillos de un Ministerio, ví como una alta autoridad de dicha institución, revisaba una solicitud de empleo de una profesional, quien no solo reunia todos los requisitos exigidos, sino que tenía una calificación alta en sus exámenes, pero dicha autoridad, no tomó en cuenta las habilidades ni experiencia profesionales, sino que se fijó en el apellido del profesional y al ver que era familiar de una "persona non grata" para el actual gobierno, lo rechazó. Cuando le dijeron al profesional el motivo por el cual no se lo contrataba, lleno de ira preguntó: ¿Qué culpa tengo yo? Este problema lo veo muy seguido ultimamente, ya que pesa más el encono o ira particular que la profesionalidad.
Pero.. que pasa en un minibús que se tuvo que aboradar por necesidad ante la carencia de los llamados "trufis"?, aparte de ir un poco incómodo, somos torturados con los gritos del voceador o con la música que pone a gritos el chofer, hasta que en un momento de desesperación nos preguntamos :¿Que culpa tengo yo para recibir esta tortura?
Por último, como corolario a tanta desdicha, recibimos la noticia de que los choferes entrarán en paro de 48 horas, sin importarles los pobres ciudadanos que deben trasladarse a sus oficinas, colegios, universidades. Se nota que los choferes ganan bien para darse el lujo de parar tantas horas, pero... ¿Qué culpa tiene el pobre ciudadano?
Ante estos pocos ejemplos, uno se pone a reflexionar y se da cuenta que el tan proclamado "cambio", "transparencia", "justicia para todos" y "no racismo" es un cliché sin sentido, inventado y usado porque "se escucha bien", o porque ayudó, en su oportunidad, a consegir más votos, no para ser cumplidos.

miércoles, enero 13, 2010

LOS MATA-CAMBIOS

Existen apodos interesantes que son parte del léxico boliviano. Uno de estos es el de “mata-cambios”. Esta expresión, que de niña la escuchaba con frecuencia, volví a oirla desde mi balcón cuando paseaba por uno de los tantos mercados de la ciudad. Una vendedora le reñía a su ayudante y le decía que era un “mata-cambio”.
Pero ¿A quienes denominamos así? A las personas que no devuelven el cambio o vuelto de una suma de dinero excedente en una transacción. Así reciben esta denominación por ejemplo los niños o empleados a quienes sus padres o empleadores les entregaron una cantidad de dinero para realizar la compra de algún producto, pero entregan el producto a quien se los encargó y el dinero sobrante (o cambio) se lo guardan, de ahí que reciben el famoso apodo de mata-cambios.
Pero este apodo no está extinguido, es más, está actualizado. Veamos.
Si realizamos un recorrido general por la ciudad (y no solo acá sino en cualquier ciudad del mundo) encontraremos a miles y miles de mata-cambios. Por ejemplo, en el comercio, desde el pequeño vendedor callejero hasta en las tiendas o grandes complejos comerciales aplican el famoso dicho de: “no tengo 10 centavos, ¿le puedo dar un dulce?” es muy común. Ustedes dirán, ¿pero que son 10 centavos? Hagan cuentas a fin de mes y verán que llegan a sumar entre 100 a 200 pesos.
Pero el modo que es más común y disimulado es el que se lleva la flor, ya que no solo se lo realiza en los grandes complejos comerciales, sino también en las entidades bancarias, y es el del famoso “redondeo” De acuerdo a la ley, cuando una suma llega a tener centavos que pasan arriba del 6 se lo redondea a un número entero, por ejemplo 9.96 llega a convertirse en 10, por el redondeo, si fuera 9.95, entonces debería ser solo 9.90, es decir que del 5 para abajo se redondea a 0. Y aquí viene lo interesante. Muchas veces noté que en los cambios bancarios o de supermercados u otras tiendas, redondea cuando les favorece, pero cuando debe favorecer al cliente, no. Así estuve viendo en muchas facturas y transacciones bancarias, que cuando debían entregarme una cantidad redondeada a cero, ellos lo hacían a su favor, por ejemplo sale el cambio de 9.96 deben entregar 10, pero entregan 9.90 o al cobrar, la suma de 9.95 lo correcto sería 9.90 pero cobran 10.
De esto me dí cuenta cuando a fin de mes veía que tenía déficits de 30, 50 y hasta 100 pesos, sumaba y revisaba todas mis facturas, entonces agarré y sumé las facturas y transacciones realizadas y redondeé las sumas de algunas facturas y ¡sorpresa! hallé las sumas faltantes. Todos decimos uff, son solo 10 centavos, pero si sumamos se va haciendo una gran cantidad. Imagínense al cajero o cajera que realiza dicha transacción con cientos y miles de clientes, cuanto llega a recaudar al final de su jornada.
Estas personas son las que se ganaron justamente el apodo de MATA-CAMBIOS.